Pasar el Rubicon

Si visitamos la Wikipedia encontraremos tras esta frase el momento de la historia en el que Julio Cesar pronuncio su famoso “Alea jacta est” (La suerte está echada), dando a entender que tras su acción de cruzar el rio Rubicon ya no había marcha atrás en su vida.

 

Para todos nosotros, los afectados por el PSI, existe nuestro particular Rubicon. No es tanto el hecho de la propia firma de la adhesión al PSI, como la propia decisión de hacerlo o no hacerlo.

 

Como digo, nos ha ido llegando a todos el momento de tomar la decisión. Seguir trabajando o adherirnos al plan. Poco a poco todos hemos ido tomando dicha decisión, hemos pasado “nuestro Rubicon”, y así unos hemos firmado y otros no.

 

Está claro que esta decisión marcara el transcurso de nuestra vida en un futuro inmediato. A partir de ahora nuestra vida cambiara. Claramente a los que nos hayamos adherido al PSI pues abandonamos el puesto de trabajo con los claros y oscuros que ello conlleva, y más sutilmente para los compañeros que siguen trabajando, ya que paliar la sangría de personal que este PSI conlleva el trabajo cambiara y por experiencia sabemos que no a mejor.

 

De todas maneras aquí estamos. Hasta arriba de agua y fango después de cruzar el rio e intentando adivinar que nos depararan las llanuras que se extienden a nuestros pies.

 

Alea jacta est”

Confío que a todos nos vaya razonablemente bien.

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