Es increíble cómo cambia la vida durante los meses de verano. Todo se ralentiza, nos alejamos unos de otros y nos concentramos en los asuntos propios.
Casi no hay mensajes en los grupos de Whatsapp de jubiletas más allá de los típicos compañeros inmunes al desaliento que nos van desgranando algunas fotos y videos en el de Jubichorradas.
Yo pensaba que al no estar en activo, esta época del año no se diferenciaría tanto de los otros meses. Pero no, el que no se va a la playa se va a la montaña y el que no tiene nietos a los que cuidar (y pensábamos que cuando los hijos crecieran se acabarían nuestras obligaciones…).
En fin procuremos disfrutar todos de estos calores y que cuando llegue Septiembre volvamos a aparecer como las consabidas setas.
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